¿Cortar...o no cortar? He ahí el dilema ponderado por muchos que al mirarse
en el espejo, advierten que les sobra nariz, vientre, orejas, o párpados.
Una de las mayores obsesiones de nuestros tiempos es la cirugía cosmetica –la que se hace sólo para embellecer- a diferencia de la cirugía reconstructiva, cuyo objetivo es normalizar a la persona desfigurada
por un accidente o enfermedad.
Según su tecnica avanza, del brazo del preponderante culto a la juventud, aumenta la popularidad de esta rápida solución a las arrugas,a la flaccidez. A la
madurez. “La latina tiene mas tendencia hacia la cirugía cosmética que la americana”, declara el Dr. Jorge Suárez-Menéndez, a los 36 años uno de los cirujanos plásticos latinos más
jóvenes del área. Además, los latinos tienen mayor tendencia a operarse según mejora su situación económica en Estados Unidos. “Cuando llegamos al exilio, tuvimos que trabajar muy
duro y despreocuparnos de nuestra apariencia”, comenta el Dr. Manuel Monal, que desde 1970 comenzó a ver un aumento notable en el número de cubanos que utiliza sus servicios.
Monal, quien practicó cirugía plástica en Cuba de 1953 a 1960 antes de establecerse en Miami, pertenece al puñado de cirujanos plásticos latinos que favorecen los hispanos de esta ciudad.
“En igualdad de condiciones en cuanto a prestigio y capacidad, los pacientes hispanos van al médico latino”, declara el Dr. Nunzio Mainieri, otro de los cirujanos plásticos hispanos
conocidos de Miami. “Se establece una relación de confianza distinta, más abierta. Muchas veces, el lenguaje es una barrera”.
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Todos los médicos entrevistados declararon que la mayoría de sus pacientes
eran mujeres hispanas (aunque comentaron que él número de hombres que se está operando va en aumento). “Especificamente, el profesional de 40 a 50 años está haciéndose mucho los ojos
y la nariz”, dice el Dr. Suárez-Menéndez. “Para hombres, yo quizás hago una barriga al año.
“Tras esta operación, se tienen que tomar tres semanas libres –y muchos hombres no quieren hacerlo”.
En cuanto a las mujeres, ¿qué las lleva a la cirugía cosmética?
“Hay mujeres que enviudan o se divorcian, y se la hacen”, expone el Dr. Suárez-Menéndez. “Casi siempre, las que tienen más de 60 años y se operan, están casadas.
Pero las de 30, 40 y 50, lo hacen para poder competir socialmente con las que tienen diez años menos que ellas”.
Otras se operan impulsadas por graves problemas sicológicos.
“Estas muchachas jóvenes, cuando uno les quita una libra de cada seno, es un factor tangible en sus vidas”, comenta el Dr. Monal. “Muchas no quieren casarse si no tienen hecha la
reduccción, porque les da pena enseñar ese tamaño de seno al esposo en su noche de bodas”.
Según los médicos entrevistados, el tipo de operación requerida varía con la constitución física y los hábitos de cada grupo étnico. Las hispanas usualmente tienen curvas generosas
y por ende, mayor tendencia hacia la reduccción de senos (mientras que las norteamericanas casi siempre piden aumento de pechos). |
“La latina también se hace más la barriga”, dice el Dr. Suárez-Menéndez. “Ahí está el problema del ejercicio. Las americanas se cuidan más después de los partos”.
Los cirujanos plásticos señalan que no existe una edad promedio para operarse y que ellos tienen pacientes de todas la edades.
La edad varía, más bien, de acuerdo al tipo de procedimiento. Las jóvenes tienden a operarse la naríz, las orejas y los senos, mientras que las de mayor
edad se operan el vientre y la cara.
Por lo demás, parece que ya las mujeres no están esperando tanto para operarse.
“Hace 30 años, la mayoría de las que venían a estirarse la cara tenía 60 años. Hoy, la mayoría está entre los 45 y los 50”, calcula el Dr. Mainieri, añadiendo
que el fenómeno se debe a una “combinación de factores” que incluye más educación pública y más afluencia económica.
“Yo recomiendo la cirugía plástica de joven, en la etapa de los 35 a los 42 años”, dice la cantante Vicky Roig. “Si esperan a ser viejas, ¿cuál es el
beneficio?”. Vicky Cuenta que se ha hecho cirugía cosmética tres veces ya, y planea su segundo face lift para enero.
Aunque los honorarios de cada médico varían, el precio actual
de operarse los ojos está entre $2,500 y $3,500 (por los párpados inferiores y superiores). “Hacerse” la nariz cuesta entre $2,000 y $3,500 (el costo de operarse las orejas es similar),
el vientre, de $3,000 a $6,000, la cara y el cuello, de $3,000 a $5,000, la reducción o levantamiento de senos, entre $3,000 y $7,000,
y el aumento de senos, entre $1,500 y $3,000. (Los gastos de anestesia y hospital son adicionales).
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Los seguros pagan por estas operaciones sólo cuando puede demostrarse que no se han hecho por razones exclusivamente cosméticas.
Dependiendo del caso, el seguro puede cubrir operaciones de la nariz, del vientre, y de reducción o levantamiento de senos. Por contraste, no suele costear
ni estiramientos faciales ni aumento de senos (ya que estas operaciones no se justifican en términos de salud).
Una alternátiva más barata a la cirugía es la liposucción, inventada en Francia hace unos 15 años, la cual consiste de hacer una pequeña incisión y succionar
la grasa a través de una cánula.
Una y otra vez, los cirujanos plásticos se quejan de la competencia proveniente de médicos que ellos consideran improvisados.
“Ciertas personas se están operando aquí con médicos que no son cirujanos plásticos”, destaca el Dr. Monal. “Otros se van a operar fuera del país –a Costa
Rica, específicamente- porque es más barato. En un porcentaje alto de los casos que regresan, estamos viendo catástrofes. Los pacientes no tienen protección ninguna allá”.
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